27 de noviembre de 2010

Enciendo un cigarrillo.Por aburrimiento, por desesperación, por estrés, porque ya no sé como canalizar mi ira.Te atreves a preguntarme por qué lo hago, me aconsejas que lo deje.Fumar mata.Y yo te contesto que de alguna forma tendré que morir, que mejor que sea de vicio que no de sufrimiento.Suspiras hondo, y te desquicia tanto pesimismo.Pero las cosas son así.Si soy pesimista no es por elección propia.Soy libre, y no lo quiero dejar.Es un sustitutivo bastante acertado.La vida es como un cigarrillo, se consume lentamente, la ceniza puede quedar plasmada en un cenicero, o puede ser llevada por el viento lejos.Pero ambas matan, tanto la vida, como el fumar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario