26 de noviembre de 2010

El primer contacto con el frío hielo, no fue todo lo estrepitoso que pensé que sería.Posé mi mano sobre la barandilla que cubría toda la pista de hielo.Me armé de valor, y la solté.Puse por primera vez el pié sobre la pista.Comencé a deslizar con cuidado las cuchillas sobre el hielo.Me sentí feliz, allí, rodeada de compañeros, y con el frío surcando cada uno de mis poros del tejido epitelial.Primera vuelta.Aún no me había caído.Mis compañeros estaban riendo, y yo con ellos.Había dejado de preocuparme por mis problemas, y era feliz.Seguí surcando esa enorme placa lisa de hielo que cada vez, era menos lisa, a causa de las cientos de cuchillas que se deslizaban por él.Me gustaba esa sensación, dar vueltas, sumergida entre mis pensamientos, con cara de concentración, preguntándome cual sería la próxima historia que escribiría, o cuando sería la primera vez que mi cuerpo rozaría ese frío hielo, y como iba a quedar mi jersey negro cubierto de nieve blanca.Una música fluía en el ambiente.Nada fuera de lo corriente, ni ningún éxito de esos que suenan en todas las discotecas, ni ninguna música de estas que escuchas tararear a tus abuelos en forma de Zarzuela o Jota. No, una música normal, agradable.Ciertamente, todas las músicas me parecen agradables.Creo firmemente en la existencia de "la banda sonora de tu vida".De la convicción que tienen unos acordes determinados en cada momento de tu vida.Cada canción tiene algo que ver con el momento que estas viviendo, o con el próximo momento que vas a vivir, o con tu estado de animo.Cualquiera de esas tres opciones es lo suficientemente valida.
El ambiente era tan perfecto, tan familiar, como si todos nos conociésemos desde hace años.La gente se abrazaba a sus nuevos amigos a los cuales conocía desde apenas dos meses.Los profesores se camuflaban con total facilidad entre los alumnos.Como uno más.Se caían al suelo, y se reían con sus alumnos,como los amenazaban con suspenderlos por patinar mejor que ellos, otros sin en cambio patinaban con total agilidad, de vez en cuando se agarraban a algunos de sus alumnos,por miedo a caer al suelo, y otros nos observaban desde fuera con una sonrisa en la cara.
Yo seguía a mi ritmo, la gente se quedaba sorprendida con la facilidad con la que me deslizaba sobre el hielo.Supongo que iba a tal velocidad para evitar que los recuerdos o que los pensamientos pasasen a toda velocidad por mi mente.Rodeaba la pista con facilidad,observando los movimientos de cada persona.Había una pareja que patinaba de la mano, felices, juntos.Como las parejas románticas que aparecen en la pista de hielo del Rockefeller Center de Nueva York. Olvidándose de los demás, viviendo ese amor que no sabían cuanto iba a durar. Riendo.Cayendo los dos al suelo juntos.
Otra pareja estaba en mitad de la pista, haciéndose fotos mientras se besaban.Una foto preciosa,con esa sonrisa que se le escapaba a la chica,cuando él rozaba sus labios.
¿Qué feliz se ve la gente cuándo están enamorados no? Sin preocupaciones, sonrientes, pendientes el uno del otro, en una burbuja espacial demasiado especial.Como un aura misteriosa que te obliga a sentirte feliz, lo quieras o no.Un estado de éxtasis que dura algún tiempo, nadie sabe exactamente cuanto : dos meses, un año, cuatro años quizá... pero es un tiempo demasiado perfecto como para darte cuenta de que el tiempo pasa, y debes aprovecharlo al máximo.
Entre la muchedumbre de la pista, lo vi a él.Patinando, intentando mantenerse en pie. Sonriendo, feliz.Nuestras miradas se cruzaron, supongo que por casualidad.Nada más que casualidad.Por lo que dejé de imaginarme historias mágicas, donde las luces se apagaban, sonaba una música romántica y él y yo patinábamos juntos de la mano.Decidí dejar de pensar en tonterías, seguí patinando, sin dejar que esos pensamientos atormentasen mi lúcido momento.
Sin querer evitarlo, mi mirada volvió a buscarlo de forma involuntaria.Estaba allí, apoyado en la barandilla con sus amigos.Otra vez, no podía ser.Otra vez no.No podía volver a querer a otra persona.Eso estaba terminantemente prohibido para mí.Al mirarlo vi que el estaba mirando en mi misma dirección.Si llego a estar mirándolo dos segundos mas , apuesto la vida a que hubiese terminado en el suelo.Probablemente fuesen imaginaciones mias, no me estubiese mirando, seguramente estubiese mirando a otra persona que no fuese yo.A otra de esas que miden varios centimetros más que 150.Esas que tienen unas piernas tridimensionales, que sobrepasan la media de los demás...Pasé por su lado, y sentí como el me seguia con la mirada, evité girarme para comprobarlo.Teóricamente, y prácticamente, eso era imposible.Volví a dar una vuelta más, y volví a ver como me miraba.¿Y si ciertamente me miraba?No.Imposible.No me estaba mirando a mí.No podia ser.Mi auto-negación, dejo de tener peso sobre mí, cuando a la quinta vuelta, volví a verlo mirándome.
En ese momento, caí en la cuenta, de que estaba técnicamente enamora, o técnicamente pillada, o como quieras llamarlo....de él.Otra vez.Una vez más volvía a estar en un estado anímico de depresión, y un estado de autodestrucción.No podía volver a enamorarme.Debia evitarlo de cualquier manera, no podía estar otra vez perdia.Otra vez no.Supongo que me limitaré a verlo sonreír de vez en cuando con alguna otra chica, debo de aceptar la realidad.Jamás seré nadie especial para alguien.Siempre seré una más, sin ninguna importancia, sin ninguna cualidad destacable, nada en especial.Una más, sin más.
Siempre seré esa.Y siempre estaré perdidamente enamorada de alguien,esa es mi forma de vida.

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