5 de enero de 2011

Es triste, pero es así.Pasamos el 90% de nuestra vida esperando.
Esperamos que algún día, una luz divina salga desde el cielo, nos ilumine y nos diga que debemos hacer.Esperamos salir a la calle y encontrarnos con un cartel tridimensional que nos resuelva el futuro : 
"Tú tienes que ser enfermera".
Esperamos que ese chico de nuestros sueños nos quiera, o simplemente, esperamos que alguien nos quiera.Esperamos, y esperamos, y seguimos esperando.Esperamos a que venga el autobús, esperamos a que el semáforo se ponga verde,esperamos al ascensor, esperamos ser alguien en la vida, esperamos que nuestro equipo gane, esperamos resolver nuestro futuro, esperamos, y desesperamos.Y para colmo esperamos ser felices.
Hoy en día hasta la ley nos obliga a ir despacio, a ir a 30 por hora.Pero es que a 30 por hora, la adrenalina está en unos niveles inexistentes, la vida no es vida, y la los grados de la felicidad, son directamente proporcional a la velocidad a la que vamos, es decir, la felicidad a 30 por hora, no existe, es nula.
Y la gente se olvida de las pequeñas cosas, prefiere malgastar su vida, esperando, esperando a que algo importante pase, a qué se yo...a que suene el teléfono y les digan que tienen la vida solucionada,y se olvidan de esas cosas, las que son realmente importantes:
Su abuelo que le trae para desayunar todos los días churros, las palabras de cariño de su padre, el apoyo de un amigo que no está pero siempre está, algún recuerdo feliz, esa amiga que te hace sonreír, el numero de gilipolleces que has dicho a lo largo del día, la hermana de un amigo que está a punto de nacer...ese tipo de cosas que están ahí y muchas veces olvidamos.
Y te das cuenta de que nada es lo mismo.De que el pasado es pasado y no va a volver, que lo que dijiste ayer va a quedar escrito a fuego en ese papel al que llaman "tu vida".
Que nadie piensa en el mañana, que sólo viven el presente, ni si quiera piensan que puede pasar dos segundos después de haber cruzado ese semáforo en rojo.Lo hacen y ya está.Porque sabes que algo ha cambiado, tú has cambiado.
Quizá vaya siendo hora, de dejar de echar marcha atrás, dejar el pasado allí en el pasado, quizá sea hora de soltar el freno,y vivir a toda hostia,
¿no crees?

2 comentarios:

  1. A veces esperar es inutil... Yo opto por lo de soltar el freno, quiza asi sea todo mejor, quien sabe! Y el pasado hay que dejarlo en el pasado, alli está mejor. Vivamos el presente :)
    un besito!

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  2. me encanta tu blog.Es genial. Todas las entradas llegan al corazon :)

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