6 de noviembre de 2010

No creo ni en mis sueños.

Debo reconocer que ya te creí olvidado:
Ya no necesitaba hablar contigo cada día, tampoco sentía la necesidad de hurgar en tu vida para saber si andabas enamorada de otra.Hacía mucho tiempo que no miraba tu fotografía, ni lloraba al recordad la puta distancia.
Pero hace un par de semanas que apareces en mis sueños constantemente.
Al principio, aparecías a lo lejos, y cuando te veía, toda la luz quedaba enfocada alrededor de tu sonrisa.Corría hacia ti, pero nunca te alcanzaba.Te gritaba, pero parecías no oírme...y cuando despertaba sentía unos pinchazos dentro del pecho que apenas me dejaban respirar.
Tenía la sensación de haber vivido la peor pesadilla de mi vida, tenerte tan cerca, y no tenerte.Irónico ¿verdad?
Durante los primeros días, tenia miedo de dormir y de sufrir.Aunque soñase con otros hombres, tu siempre aparecías al final de cada escena, y ahí era cuando conseguía darme cuenta, que podía vivir sin "ese otro", pero jamás podría llegar a vivir sin tí.
Desde que nos separamos siempre te he llevado conmigo, oculto en un sobre, dentro de una carpeta, y dentro de ese sobre, tu fotografía.Cada vez que veo ese sobre se que allí estas tú.Quizá debería esconder ese maldito sobre en algún recóndito lugar del mundo para no poder encontrarte, ¿pero que seria mi vida sin tu recuerdo en ella? 
Estoy segura de que gracias a ese sobre, mi vida no es todo lo triste que podría llegar a ser.Quizá gracias a ella, mi corazón te busca, mi mirada te busca...y así puedo sentir que todavía sigo viva, aunque no estés conmigo.
Ayer algo cambió en mis sueños:
Llegaba de un viaje y me encontraba bajando del tren en la estación de atocha, sin maletas, ni preocupaciones solo con ese sobre en mis manos.Cuando salí de la estación, el sol parecía cegarme, cuando giraba la cara hacia otro lado para evitar que mis ojos se dañasen, te vi en un paseo de cebra.No sabia si eras tú, o quien demonios se podía parecer tanto a tí. Corrías atravesando el humo que desprendían los tubos de escape, saltando las rayas blancas del asfalto que nos separaban.Cuándo llegaste a mí, te limitaste a sonreír, y a preguntarme que a qué esperaba para darte un beso.
Desconcertada me acerqué a tí, intenté no pensar en nuestro pasado para poder darte simplemente dos besos.Pero cuando tus manos rodearon mi cintura, no pude evitarlo.Y te besé.El universo entero parecía dar vueltas a miles de km por segundo, otra vez, tras numerosos meses volvía a sentir esa sensación única que tus labios me ofrecían.Esa sensación de sentir chocas tus dientes junto a los míos, la sensación de poder tenerte entre mis brazos una vez más.
Ese día, la ciudad, me pareció mucho mas increíble de lo que me parecía normalmente, para una mujer enamorada completamente de toda ella.
Pasé el resto del sueño, rodeada entre tus brazos, tu mirada, tus manos y tu piel.Bromeando acerca de mis caras, como solíamos hacer entonces.Viviendo felices, como un día lo fui.
Pero al despertar...todo el mundo se me cayó encima.Me desperté aturdida, rodeada de una cálida sabana sin saber dónde estaba, si ese sueño había sido real, o solo había sido nada mas que un sueño.Me apresuré a buscar esa carpeta, saque el sobre, y presioné tu fotografía sobre mi pecho.Al mirarte allí, plasmado en un papel, me di cuenta de que ese sueño había sido el más real de mi vida.
Sentía el calor de tus labios, podía ver los gestos de tu cara sin dudar, como si los hubiese visto unas horas antes.Las pecas que se podían apreciar en esa imagen me eran tan familiares...incluso esas marcas blancas de tus uñas estaban fresas en mi memoria.
Dejé la fotografía a mi derecha y me senté en la cama aturdida.¿De verdad había sido un sueño?


Todavía hoy tengo la duda de que eso fuese un sueño.Te siento tan cerca, que soy capaz de reconocer en los gestos de otras personas la similitud de los tuyos.
No sé si mi cabeza está demasiado desarrollada, y es capaz de reproducir los sueños en una calidad realmente optima, donde hasta los olores pueden captarse.
O quizá esté demasiado enamorada de tí, aunque en su día pensé que no era posible, que en tan poco tiempo era imposible haberme enamorado de tí, que solo era una obsesión temporal.Pero como dice Pablo Neruda:
"Ya no le quiero es cierto, pero tal vez le quiero.Es tan corto el amor  y tan largo el olvido, porque en noches como estas le tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido[...]"
Sé que suena surrealista, y que quizá lo sea.Quizá mi cabeza halla tocado el limite de lo desconocido...
pero lo único que sé es que quiero volver a dormir, porque si esa es la única manera para poder tenerte, dormiré durante el resto de mi vida.





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