Las personas a las que queremos olvidar, aunque suene duro, es como si estuviesen muerto para nosotros. Es una realidad.Todas aquellas personas que nos han hecho daño alguna vez, a las que queremos y ellos no nos quieren, deseamos con toda nuestra fuerza olvidarlas.Y por eso, es como si para nosotros estuviesen muertos.
No nos olvidamos de ellos, simplemente nos acostumbramos a vivir sin ellos.Nos acostumbramos a despertarnos sin preguntarnos qué tal habrá dormido, si no preguntándote por qué no está.
Borras sus fotos.Sus recuerdos.Su teléfono móvil.Sus cosas.Todo rastro suyo.Cómo si jamás, hubiese existido en tu vida, por que el recordar que alguna vez estuvo, y que ahora no está, hace daño.Y lo mejor que se puede hacer, es aceptar que ya no están.Que jamás volverán.Cómo las personas que se van al más allá.Con la única diferencia de que esas personas están allá arriba, o donde sea, cuidando de nosotros, deseando lo mejor para nosotros.Y esa otra persona 'presuntamente muerta' no se acuerda ni de tu nombre, y mucho menos de tu sonrisa.
Sales a la calle, acostumbrandote a respirar el aire, sin compartirlo.Sin embargo, al cruzarte con ella, por casualidades de la vida, haces como si no le conocieses, como si vieses un fantasma, girando la cabeza hacia el otro lado de la calle, o hacia la pared de enfrente , pero sin embargo sientes ese gélido escalofrío que recorre tu cuerpo.Así, que no me digaís que los fantasmas no existen, porque únicamente existen los fantasmas del pasado, como bien dice un título del señor, Nicholas Sparks.
Soñaras cada puto día con esa persona, de forma inconsciente, aparecerá en tus sueños, una y otra vez.Pero eso se pasa, al final del camino, deja de aparecer en tus sueños.Dejas de mirar por la calle esperando ver ese fantasma, dejas de escuchar canciones que te recuerdan a él o a ella.Todo desaparece, el dolor poco a poco se va, como cuando muere alguien a quien quieres.... es un dolor similar al que sientes cuando pierdes a alguien...
Por que ya lo digo, no nos olvidamos de ella, simplemente nos acostumbramos a vivir sin ellos.Y en el transfondo de todo, cuando la furia haya sido sustituida por la paz y la calma...Le recordarás vagamente, y únicamente con una sonrisa en tu boca, y en tu corazón. Aunque haya que rasgar hondo, para encontrar ese recuerdo, o la sombra que queda de esa persona.
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