23 de septiembre de 2011

"Me desestabilizas y me devuelves la calma con la misma facilidad que las estrellas aparecen dibujadas en el inmenso azul de la noche.
Me pones los nervios a flor de piel por dos sencillas razones contrapuestas; porque te odio y porque solo tenerte cerca, oyéndote respirar, hace que mis neuronas vayan demasiado lentas, y que mi corazón se acelere a la par de una taquicardia acompasada.
Que te quiero y te odio, no hay duda alguna."




Cuando te tengo sentado a mi lado, no hago otra cosa mas que ponerme nerviosa.Necesito mover cada una de las partes de mi cuerpo, para evitar que se queden enquilosadas en un momento que no sé exactamente cuando pasó.Te pongo nervioso, lo sé.Y por eso lo hago.Por eso muevo el bolígrafo de un lado para otro, para eso, para que haga ruido,para que respires con desesperación y tu mano de deslice hasta la mía, que entren en contacto un par de segundos, y después retirarla en señal de protesta.Si muevo el pie derecho, no es porque sea diestra precisamente, sino porque es el que mas cerca está de tí..y sé que si lo hago bailar, tarde o temprano rozará tu pierna.Y entonces, te desesperarás, recogeras mi pierna bajo la tuya, y así me devolverás la calma una vez mas.
Por que te sigo queriendo, aunque me has echo daño y no pueda olvidar lo que me hiciste...a veces pienso que es bonito el sentir que quieres a alguien,aunque sepas que el no te quiere y que no lo va a hacer...pero saber que tienes capacidad para querer aunque duela...es reconfortante.

1 comentario:

  1. pero a veces el amor ve menos que los ojos, o incluso la razón... el no atiende a traiciones, ni tampoco a compasión.
    Sinceramente, tendríamos que hacerle más caso.

    ResponderEliminar