Atención por favor: Abróchense los cinturones , estamos a punto de despegar.En unos instantes estaremos sobrevolando la ciudad de Madrid.Si lo desean, pueden escribir en un papel,aquello que han olvidado decir a alguien o aquello que se estuvieron callando durante toda la vida.Dénselo a nuestras azafatas.Nosotros haremos que su mensaje surque el cielo,sobrevuele las nubes,y venza los riesgos que el viento puede llegar a ofrecer y llegue a tierra,justo a tiempo.Gracias y buen viaje.
Ojalá los pilotos dieran ese mensaje, y no el que estoy escuchando ahora mismo.Veinte minutos hablando a toda velocidad, enseñándonos como ponernos una mascarilla que cae desde el techo, y como hinchar un chaleco salvavidas con nuestros propios prejuicios, y ese poco aire que nos quedaría si de verdad hubiese una emergencia.Por favor, ¿realmente crees que con ese inglés cerrado de londinense snoop voy a entender qué cojones debo hacer si el avión se estrella? Personas, gente...curiosas donde las haya.
Yo sigo en mi mudo, sin hacerles caso, si se estrella, mala suerte, que pena, que desgracia , que gran perdida.Seguro que todo el mundo llora por mí.Escribo en un papel ese mensaje que quiero mandar a la ciudad.No a nadie especial, no, a la ciudad, mi ciudad : << Volveré a verte Madrid.>> Lo doblo en tres, y lo meto entre las páginas de la Sombra del Viento.Huelo esa fragancia que solo un libro viejo puede ofrecer, lleno de sabiduría, de secretos por descubrir,frases subrrayadas, papel desgastado…sencillamente increíble, me dejo envolver por esa sensación, esa sensación que solo unos pocos podemos llegar a descubrir, esa sensación que solo logras entender cuando te encuentras en el mismo estado en el que estoy yo ahora mismo, enamorado de las historias que los libros todavía tienen que contarme,pero vuelvo a la realidad,o por lo menos lo intento.La azafata guapa,parece haberse callado.Me abrocho el cinturón y me agarro al asiento mientras cierro los ojos y respiro profundo: Vamos a despegar.
-¡Ay! Me está haciendo daño señora.-le digo a la mujer que tengo sentada al lado.
-¡Uy! Perdona, es que es la primera vez que me monto en un avión y estoy asustada.
Me miro las marcas que han dejado sus viejas uñas sobre la piel de mi brazo, realmente, a jurar por las marcas que todavía en él residen, debe estar totalmente asustada.La miro mejor, es graciosa; una mujer de unos setenta años, bajita, de pelo blanco, con unas gafas grandes,que dejan apreciar unos pequeños ojos azules,azules…como la inmensidad del mar, como el cielo que estamos a punto de surcar.Tiene pinta de curiosa, pero no de la típica abuela llamada popularmente en la sociedad actual como “la mujer del corte Inglés” termino acuñado por mi profesor de biología…pero ese, es otro tema.Mejor sigamos con ella.Tiene una mirada atenta, y llena de fuerza, llena de juventud, como si desease vivir, como si a pesar de las arrugas que se dibujan en su cara aquellas que muestran las cicatrices de la vida,siguiese queriendo aferrarse a ella, con mucha mas fuerza que los adolescentes de hoy en día que pretenden acabar con sus vidas, por un mísero suspendo en física.Si, lo tengo claro, si alguna vez llego a ser un hombre mayor, quiero tener la mirada de esa mujer.Estar curtido por el paso del tiempo, con las cicatrices que los días dejan, pero con las mismas ganas de seguir viviendo que muestra su mirada.
Decido dar por zanjada nuestra pequeña conversación, no estoy de humor,no lo he estado y dudo tenerlo en los próximos dias.Intento bañarme,sumergirme en mis pensamientos, pero nada, no hay forma humana.Realmente,imposible.
Ojalá los pilotos dieran ese mensaje, y no el que estoy escuchando ahora mismo.Veinte minutos hablando a toda velocidad, enseñándonos como ponernos una mascarilla que cae desde el techo, y como hinchar un chaleco salvavidas con nuestros propios prejuicios, y ese poco aire que nos quedaría si de verdad hubiese una emergencia.Por favor, ¿realmente crees que con ese inglés cerrado de londinense snoop voy a entender qué cojones debo hacer si el avión se estrella? Personas, gente...curiosas donde las haya.
Yo sigo en mi mudo, sin hacerles caso, si se estrella, mala suerte, que pena, que desgracia , que gran perdida.Seguro que todo el mundo llora por mí.Escribo en un papel ese mensaje que quiero mandar a la ciudad.No a nadie especial, no, a la ciudad, mi ciudad : << Volveré a verte Madrid.>> Lo doblo en tres, y lo meto entre las páginas de la Sombra del Viento.Huelo esa fragancia que solo un libro viejo puede ofrecer, lleno de sabiduría, de secretos por descubrir,frases subrrayadas, papel desgastado…sencillamente increíble, me dejo envolver por esa sensación, esa sensación que solo unos pocos podemos llegar a descubrir, esa sensación que solo logras entender cuando te encuentras en el mismo estado en el que estoy yo ahora mismo, enamorado de las historias que los libros todavía tienen que contarme,pero vuelvo a la realidad,o por lo menos lo intento.La azafata guapa,parece haberse callado.Me abrocho el cinturón y me agarro al asiento mientras cierro los ojos y respiro profundo: Vamos a despegar.
-¡Ay! Me está haciendo daño señora.-le digo a la mujer que tengo sentada al lado.
-¡Uy! Perdona, es que es la primera vez que me monto en un avión y estoy asustada.
Me miro las marcas que han dejado sus viejas uñas sobre la piel de mi brazo, realmente, a jurar por las marcas que todavía en él residen, debe estar totalmente asustada.La miro mejor, es graciosa; una mujer de unos setenta años, bajita, de pelo blanco, con unas gafas grandes,que dejan apreciar unos pequeños ojos azules,azules…como la inmensidad del mar, como el cielo que estamos a punto de surcar.Tiene pinta de curiosa, pero no de la típica abuela llamada popularmente en la sociedad actual como “la mujer del corte Inglés” termino acuñado por mi profesor de biología…pero ese, es otro tema.Mejor sigamos con ella.Tiene una mirada atenta, y llena de fuerza, llena de juventud, como si desease vivir, como si a pesar de las arrugas que se dibujan en su cara aquellas que muestran las cicatrices de la vida,siguiese queriendo aferrarse a ella, con mucha mas fuerza que los adolescentes de hoy en día que pretenden acabar con sus vidas, por un mísero suspendo en física.Si, lo tengo claro, si alguna vez llego a ser un hombre mayor, quiero tener la mirada de esa mujer.Estar curtido por el paso del tiempo, con las cicatrices que los días dejan, pero con las mismas ganas de seguir viviendo que muestra su mirada.
Decido dar por zanjada nuestra pequeña conversación, no estoy de humor,no lo he estado y dudo tenerlo en los próximos dias.Intento bañarme,sumergirme en mis pensamientos, pero nada, no hay forma humana.Realmente,imposible.
-Señora, por favor, ¿podría dejar de rezar? Solo vamos a Nueva York, no a la guerra de Irak.
-¡Uy! Peor me lo pones joven, mira que ese de allí parece moro, y ahora ya no hay torres para estrellarnos, a saber dónde acabamos, porque allí todos los edificios son altos ¿no? Ya verás, ya...
Me echo a reír.No puedo evitarlo.
-Señora, tranquilícese, que no va a pasar nada. Además mire, si pudiese llegar a pasar algo, no se preocupe que yo he sobrevivido a fracasos amorosos mucho peores que una hecatombe nuclear y yo le protegeré, así que estese tranquila, yo soy como superman, pero no se lo cuente a nadie, será nuestro secreto ¿de acuerdo?
La señora sonríe, y me aprieta el brazo,esta vez con mas delicadeza, no me clava las uñas.
-Gracias joven.Cojo el avión por ver a mis nietos ¿eh? Que si no de que iba a estar yo a estas alturas de mi vida, montada en un avión…Hay que ver lo que cambian los tiempos…quién me iba a decir a mi hace veinte años que un día como hoy estaría montada en un avión a mis setenta y tres años.
-¡Bingo!.-pienso.-Soy un as, he acertado la edad de la mujer, tres años arriba, tres años abajo…aproximación; perfecta.Ahora solo hace falta que toda las demás deducciones que he hecho sean correctas, sino sinceramente, se habrá destruido el poco autoestima que todavía conservaba.-Decido iniciar una nueva conversación, esta vez curioso, por lo que la mujer acaba de mencionar.
-¿Tiene usted nietos?.-pregunto.
-Si, tres nada menos...
-¿Y qué hacen allí?.-la mujer me mira extrañada.-En Nueva York, digo.
-¡Ah! Viven allí, con sus padres.Mi hija es doctora del monte Sinaí ¿sabes?
-Uauuuuuuh, increíble.-no se me ocurré nada mejor que decir, la mujer ha puesto semejante cara de felicidad, que no me apetece destruir su aliciente de alegría, bastante jodido ha sido que intentasen destruir la mía, así que he aprendido a mantener contenta a la gente, aunque sea por unos instantes, eso es : “Haz feliz, y lo serás”.
La mujer comienza a hablarme desatada, se acomoda en el espacio que le proporciona el pequeño asiento,y comienza a relatarme su historia, feliz, contenta, porque le gusta este tema, es su vida,su historia.
-¿Tiene usted nietos?.-pregunto.
-Si, tres nada menos...
-¿Y qué hacen allí?.-la mujer me mira extrañada.-En Nueva York, digo.
-¡Ah! Viven allí, con sus padres.Mi hija es doctora del monte Sinaí ¿sabes?
-Uauuuuuuh, increíble.-no se me ocurré nada mejor que decir, la mujer ha puesto semejante cara de felicidad, que no me apetece destruir su aliciente de alegría, bastante jodido ha sido que intentasen destruir la mía, así que he aprendido a mantener contenta a la gente, aunque sea por unos instantes, eso es : “Haz feliz, y lo serás”.
La mujer comienza a hablarme desatada, se acomoda en el espacio que le proporciona el pequeño asiento,y comienza a relatarme su historia, feliz, contenta, porque le gusta este tema, es su vida,su historia.
-¡Su trabajo le costó! Pobrecica, la de cafés que le he tenido que preparar para que pudiese aprobar…
Sonrio.Que interesante puede llegar a ser la vida de algunas personas y que jodida la tuya propia.
-¿Y tú, que haces yendo a Nueva York? ¿Vacaciones, trabajo?¡Ya lo sé! ¿No serás uno de esos agentes del FBI ese?
Me rio de nuevo.¡Qué mujer!No tiene remedio, lo suyo son los ingenios, las frases divertidas, de esas que aparecen en las películas americanas,igual,lo único que en versión Española.
-No, no que va.Lo mio no son los altos secretos.La verdad es que no sé que hago en este avion...bueno, un fracaso amoros, intentar recuperar el pasado... no lo sé, no lo sé.
No quiero hablar.Porque si pienso en la gilipollez que voy a hacer, o que intento hacer...Dios...mira que soy imbécil, no sé porque coño sigo a mi corazón, hostia.El pasado es pasado, ¿para que ir a buscarlo?Lo que se acaba , se acaba y no hay mas.Pues no, aqui estoy yo, dandole por culo a todos esos ensayos de escritores amargados que hablan de cerrar puertas con llave, para abrir otras nuevas.¿Y si tienes la llave, qué haces?¿La tiras al rio mientras cierras los ojos? Eso es de idiotas.La usas coño, la usas e intentas encontrar la jodida puerta que haga de cenicienta.
La mujer sigue mirando.Está claro que quiere saber más.
-Pues no te entiendo...¿en busca del pasado? Por cierto me llamo Martina.-sonrie mientras me tiende la mano.
-Christian, joven en busca del pasado, exacto.
-Ya entiendo...bueno lo cierto es que no, a no ser que ese pasado tenga una cara preciosa, y te haya robado el corazón...
¡Hostia! Qué rápida es... no se le escapa ni una.O soy demasiado mal actor, o llevo en la cara un cartel que ponga: "Vengo en busca del amor de mi vida".
No contesto.Prefiero ignorar la afirmación que acaba de hacer, sí, será lo mejor.Intento mirar hacia otro lado ,pero no cuela…
-Te he pillado ¿eh?.-sonríe mientras me guiña un ojo.-Háblame de ella...ten en cuenta que puedo ayudarte, son ocho horas de avión, así que tenemos tiempo.Que aunque no haya nacido ayer, yo a tus años no estaba en misa ¿eh? Menuda era yo...Tenia mis cosas, era joven, loca…creía que me comía el mundo, aunque en realidad era al revés…quizá esa sea la gracia de la adolescencia, presentarte altiva, y sin tener en cuenta las consecuencias, preparada para cualquier cosa, con las uñas fueras…hasta que llega un momento, que conoces a alguien, a alguien que te hace ir despacio.¿Sabes, como esas veces que paseas tan rápido que ni si quiera te has dado cuenta de la tienda que acaban de abrir en la avenida por la que pasas todos los días tres veces al día , pero llega un día, que no tienes prisa y te das cuenta de que existe?Pues de la misma manera, alguien te hace frenar, alguien te hace darte cuenta de las cosas, y decides asentar la cabeza, dejar de mirar el presente, y decides poner un poco de visión en el futuro…así que creeme, te entiendo.
Sonrio.Esa mujer está cargada de sabiduría, que bien habla, parece mi madre, solo que a esta mujer si que la escucho.Bffff esto se me hace difícil,pero teniendo en cuenta que llevo cuatro años sin hablar con nadie de ella...Debería hacerlo, ya que necesito recordar como era...porque buscar a una persona entre los miles y miles de Neoyorkinos solo con un recuerdo borroso...es complicado, bueno técnicamente imposible.Es, como dicen popularmente, “buscar una aguja en un pajar”.
Sonrio.Que interesante puede llegar a ser la vida de algunas personas y que jodida la tuya propia.
-¿Y tú, que haces yendo a Nueva York? ¿Vacaciones, trabajo?¡Ya lo sé! ¿No serás uno de esos agentes del FBI ese?
Me rio de nuevo.¡Qué mujer!No tiene remedio, lo suyo son los ingenios, las frases divertidas, de esas que aparecen en las películas americanas,igual,lo único que en versión Española.
-No, no que va.Lo mio no son los altos secretos.La verdad es que no sé que hago en este avion...bueno, un fracaso amoros, intentar recuperar el pasado... no lo sé, no lo sé.
No quiero hablar.Porque si pienso en la gilipollez que voy a hacer, o que intento hacer...Dios...mira que soy imbécil, no sé porque coño sigo a mi corazón, hostia.El pasado es pasado, ¿para que ir a buscarlo?Lo que se acaba , se acaba y no hay mas.Pues no, aqui estoy yo, dandole por culo a todos esos ensayos de escritores amargados que hablan de cerrar puertas con llave, para abrir otras nuevas.¿Y si tienes la llave, qué haces?¿La tiras al rio mientras cierras los ojos? Eso es de idiotas.La usas coño, la usas e intentas encontrar la jodida puerta que haga de cenicienta.
La mujer sigue mirando.Está claro que quiere saber más.
-Pues no te entiendo...¿en busca del pasado? Por cierto me llamo Martina.-sonrie mientras me tiende la mano.
-Christian, joven en busca del pasado, exacto.
-Ya entiendo...bueno lo cierto es que no, a no ser que ese pasado tenga una cara preciosa, y te haya robado el corazón...
¡Hostia! Qué rápida es... no se le escapa ni una.O soy demasiado mal actor, o llevo en la cara un cartel que ponga: "Vengo en busca del amor de mi vida".
No contesto.Prefiero ignorar la afirmación que acaba de hacer, sí, será lo mejor.Intento mirar hacia otro lado ,pero no cuela…
-Te he pillado ¿eh?.-sonríe mientras me guiña un ojo.-Háblame de ella...ten en cuenta que puedo ayudarte, son ocho horas de avión, así que tenemos tiempo.Que aunque no haya nacido ayer, yo a tus años no estaba en misa ¿eh? Menuda era yo...Tenia mis cosas, era joven, loca…creía que me comía el mundo, aunque en realidad era al revés…quizá esa sea la gracia de la adolescencia, presentarte altiva, y sin tener en cuenta las consecuencias, preparada para cualquier cosa, con las uñas fueras…hasta que llega un momento, que conoces a alguien, a alguien que te hace ir despacio.¿Sabes, como esas veces que paseas tan rápido que ni si quiera te has dado cuenta de la tienda que acaban de abrir en la avenida por la que pasas todos los días tres veces al día , pero llega un día, que no tienes prisa y te das cuenta de que existe?Pues de la misma manera, alguien te hace frenar, alguien te hace darte cuenta de las cosas, y decides asentar la cabeza, dejar de mirar el presente, y decides poner un poco de visión en el futuro…así que creeme, te entiendo.
Sonrio.Esa mujer está cargada de sabiduría, que bien habla, parece mi madre, solo que a esta mujer si que la escucho.Bffff esto se me hace difícil,pero teniendo en cuenta que llevo cuatro años sin hablar con nadie de ella...Debería hacerlo, ya que necesito recordar como era...porque buscar a una persona entre los miles y miles de Neoyorkinos solo con un recuerdo borroso...es complicado, bueno técnicamente imposible.Es, como dicen popularmente, “buscar una aguja en un pajar”.
Joder,joder, joder ¿qué coño hago yo aquí?
***
-He venido a buscarla a ella, sí, se que aunque solo tenga veinticuatro años, resulta raro que su nombre se vea reflejado en mi voz bajo el nombre de: “El amor de mi vida”, pero es así.Es como lo siento, es como lo sentí.Puede ser que piense que estoy loco, y que me queda mucha vida por delante, que qué hace un chico como yo traspasando medio océano para buscarla…se preguntará si no he encontrado a nadie con quien rehacer mi vida, alguien que se le parezca, alguien que me haya echo sentir por lo menos la mitad de lo que algún día llegué a sentir junto a ella.Y le aseguro que no, he tratado de buscar a otra mujer como ella en todas partes del mundo; Paris, Roma,Madrid,Barcelona…pero nada.Nada de lo sentido con aquellas mujeres que apenas duraban quince días en lo mas profundo de mi corazón se asemeja a lo que un día ella me ofreció.Es asi, la quiero.
-¿Pero porqué Nueva York?.-la mujer parece haberse quedado con el nombre de la ciudad de los sueños, quizá no haya escuchado la mitad de lo que acabo de decir, pero se lo perdono.
-Todo tiene su explicación,verá:hace cuatro años, viaje a Nueva York de viaje, con mis colegas.De celebración, de desfase.Ya sabe, un viaje para probar nuevas sensaciones, olvidar un poco los gritos que se esconden tu casa, vivir tu vida con quien tu quieres, con esos que siempre han estado, desde que entraste con tres años al colegio y les preguntaste cuales eran sus jugadores preferidos del Real Madrid,con tus amigos, tus hermanos, compañeros de juergas y de alguna que otra ruptura un tanto dolorosa.Vinimos con lo puesto, a sobrevivir durante un mes aquí,a Manhattan.Y fue allí cuando la conocí.Estabamos en el aeropuerto gritando, con los pasportes en la mano, y las maletas,eufóricos,con los mapas en la mano, mirando cuantos bares íbamos a quemar, cuantos nuevos cocteles íbamos a probar...Cuando de pronto entre una fila enorme, de personas, la ví a ella.Ella,un par de años mayor que yo, pero parecía una niña…y todavía conservo la esperanza de que lo siga pareciendo.La conocí de refilón,sólo la vi durante unos segundos, después desapareció. Seguí mirando hacia atrás,buscando entre la gente, esperando encontrármela, o chocarme con ella, para tener la escusa perfecta y poder ver su sonrisa desde mas cerca, pero ya no la encontré.
-¿Amor a primera vista?.-pregunta Martina
-Si eso supongo.Pero la historia no acaba allí,sigue…escuche, que ahora viene lo mejor.-sonrio recordando aquello, y comienzo a contarle la historia,mi historia,nuestra historia.-Tras aquel encuentro fortuito,me olvide de aquella cara risueña, y pensé que sería una mas, de esas que pasan por tu lado por la calle, te quedas mirando unos segundos hasta que desaparece por la esquina de la calle,pues de esas.Pero un día…estábamos en un bar, si ¿en un bar de esos con cientos y cientos de personas?Como los que aparecen en las películas.
-Lo siento muchacho, pero en mis años , a lo mas “guay” que decis vosotros que podíamos aspirar era a un guateque…pero sí, me hago una idea.-la mujer sonríe.-Por favor, sigue , sigue con tu historia.
-El caso es que estábamos en ese bar, en el centro de Manhattan.No sé com la pude ver,era Sábado, y había cientos y cientos de personas, bailando, apenas teníamos sitio para respirar, solo para movernos un poco, dejarnos llevar por la música, encendernos un cigarro y poco mas.Pero una sensación extraña, como esas veces que tienes la certeza de que estas mirando en la dirección equivocada, decidí girarme, y mirar hacia el otro lado.Y entoncés la ví, allí depié, con un vaso en la mano, con los ojos cerrados, y un vestido blanco, que le sentaba realmente bien.Se dejaba llevar por la música, dulce, sencilla.Sonreí, al recordar esa misma sonrisa que ví en el aeropuerto.Pensé que seria una señal del destino, o algo por el estilo.Así que decidí acercarme a ella, esquivando a todos aquellos neoyorquinos que bailaban de forma descontrolada.-hago una pausa, y recuerdo aquel momento.-Menuda tipa era, dura donde las haya, de esas que te contestan con borderias, pero que a pesar de todo sigues queriéndola conocer…que personalidad, madre de Dios, eso es una mujer.-la señora sonríe, pero no permanece como un mero espectador.
-Pero, pero…¿Cómo te acercaste a ella?¿Que le dijiste?
-Bien…cuando estaba cerca de ella, desprendia como una luz especial, quizá fuesen las luces del local, que se reflejaban a la perfección con ese tono blanco del vestido, o quizá sea porque a fin de cuentas es como un angel.El caso es que me acerqué a ella, me puse a bailar a su lado.Hasta que nuestras miradas se cruzaron.
-Perdona, me estas tapando, ¿podrías irte por donde has venido?-dijo mientras sonreía.
-Lo siento, pero ahora que te he encontrado no puedo irme.
-¿Qué me estas contando?¿Que eres uno de esos pirados desesperados que sale a la busca y captura?Pues permíteme que te diga, que conmigo lo tienes crudo, no tienes nada que hacer chaval.-Y con esa furia, me dio la espalda y siguió a lo suyo.Conseguí volver al mundo real, después de aquella frase que me había descolocado tanto, jamás m había costado tanto ligar con una tia.Así que decidí ponerme otra vez frente a ella, e intentarlo por segunda vez.
-Perdona, pero no intento amargarte la noche, tampoco soy ningún desesperado.Para que veas, te ví junto con tus amigas hace exactamente cuatro días en el aeropuerto de Nueva York.-ella me miró extrañada.-Si, no me mires así, para que me creas…¿ves esa chica de allí regordeta que lleva un vestido verde?Pues esa es amiga tuya.
-Tipo listo.-contestó.-¿Y?¿Que pretendes decirme?
-Pues que desde que te ví, supe que estábamos echos el uno para el otro.Así que hoy te he vuelto a encontrar, son cosas del destino,él quiere que estemos juntos.
-Oh, que bonito.-sonrie.
-¿A que sí? Pues que sepas que es mio.-sonrio, la miro mejor, es mas guapa de lo que recordaba.-Christian,encantado.
Ella duda, no sabe si creerme o salir corriendo, al final de todo decide rendirse.
-Daniela, la chica del aeropuerto ¿no?.-rompe a reír.
La mujer sigue allí sentada, mirándome, con los ojos bien abiertos, pendiente a todo lo que digo, apenas me deja recordar la historia, quiere saber todo, absolutamente todo.
-¿Y?Algo mas tuvo que pasar…vamos sígueme contando por favor,¿qué pasó para que te enamoraras de ella?
-A fin de cuentas pasé toda la noche con ella, hablando de todo un poco, un par de gilipolleces, un par de borderias, un par de frases robadas a algún escritor romántico para intentar conseguirla, eramos jóvenes ¿qué se podía esperar?
-¿Y por una sola noche, estas aquí? ¡Qué juventud!
-Señora por favor, no piense eso de mí, déjeme que siga.Ella había venido por la misma razón pero con un grupo de amigas.Conocimos a sus amigas…
-¿La del vestido verde?
Rompo a reír, pero la mujer tiene razón.
-Si señora, exactamente esa.Le presenté a mis amigos, estuvimos juntos toda la noche.Y ya que la vida de un grupo de hombres sin ninguna mujer, puede resultar demasiado aburrida, decidimos unirnos para quemar la ciudad. Así que eso hicimos.Poco a poco comenzamos a conocernos, y poco a poco me enamoré de ella.
Continuo contándole a la señora mi historia, nuestra historia.Los primeros días, las primeras sonrisas.Nuestro primer beso.Los partidos de baseball por la noche.El parque de atracciones.Los fuegos artificiales con un te quiero de fondo.Los besos bajo la lluvia.Las discursiones.Los celos. Evito entrar en los detalles mas fogosos.Le cuento mi verdad, la historia tal cual es.Pero la señora me interrumpe.
-¿Y entonces, qué falló?
-Todo se rompió el 27 de Julio.El día de vuelta…Yo no era de Madrid, y ella sí.Nos despedimos en el aeropuerto, la vi marcharse con mi sonrisa, mi amor, y una maleta llena de recuerdos.Prometimos llamarnos, e incluso visitarnos.Yo , desde aquel día, sé lo que significa sufrir por amor.
Nos llamábamos con frecuencia, hablábamos todos los días, incluso le enviaba cartas.
-¿Cartas?
-Si cartas, que aunque tuviese veinte años, hay que ver lo que te hace el amor…El amor te hace renacer, te devuelve la felicidad que alguien te quitó algún día, te devuelve la inocencia.Te hace cometer las mayores tonterias del mundo, te hace pasar de estados de puro pánico y al minuto, te hace alcanzar la adrenalina en una esfervescencia pura y dura.Digamos que el amor es el motor que mueve el mundo, el motor que mueve todo, ese hilo invisible que une las cosas, que a veces no vemos, y otras veces nos topamos con él, en el momento menos indicado.
-Sigue, por favor.
-Un día discutimos, no recuerdo muy bien por qué, solo sé que me colgó el teléfono.El móvil dejo de sonar a todas horas, mis mensajes no obtenían respuesta, las cartas se quemaban en el cielo, mis sueños se fueron rompiendo poco a poco…Y desde entonces, no he vuelto a saber nada de ella.-termino.
-Pero…¿y que hacías tú en Madrid? No entiendo nada.
-Pasó un año, sin obtener noticias de ella, así que decidí dejar mi ciudad e irme a Madrid a buscarla.Pero nada, la dirección de remite en las cartas, era un piso vacío en alquiler en la Calle Princesa.Así que llevo dentro de él cuatro años, buscando una señal, mirando debajo de cada baldosa, buscando dios sabe el qué.He estado dando tumbos por Madrid intentándola buscar…preguntando a todo el mundo.Enseñando lo que quedaba de nuestra foto.Buscando por todas partes, pero nada.Pensé, que quizá ella también estuviese como yo, dolida, rota por dentro, desesperada…Y por esa razón habría decidido huir del mundo.¿Y cuando decides dejar todo, olvidarte del mundo, y buscar la paz que haces?
-Huir al lugar donde has sido feliz.-contesta la señora,contenta por haber acertado la pregunta.
-Exacto, y yo sé, que ella fue feliz allí, conmigo entre los rascacielos de Nueva York.
***
-Te admiro.-susurra al final la mujer.
-¿Por qué? ¿Y porqué está llorando?No,no llore por favor, si solo es una historia mas, ¿usted sabe la de historias que hay por el mundo de este tipo?
-Pero pero…te admiro, de verdad.-consigue decir la mujer entre sollozos.Saco un pañuelo del bolsillo y se lo tiendo mientras paso el brazo por su frágil cuerpo.-Eres increíble, todo lo que me has contado, todo lo que estas haciendo por ella.Debes estar muy enamorado de ella para cruzarte medio océano con un simple recuerdo e intentar encontrarla.
-Si, supongo que será amor, o que me he vuelto mas gilipollas de lo que era.-sonrió.
-No digas palabrotas por favor…De verdad, lo que me acabas de contar es increíble.Nos pasamos toda la vida criticando a los jóvenes, porque pensamos que son irresponsables, que no les importa nada mas en el mundo que ellos mismos, y…y…y tú, estas aquí por ella.-sonrío, no puedo hacer otra cosa, ahora me siento orgulloso de mi mismo. Ya no creo que esté a punto de hacer una gilipollez no, estoy luchando por mis principios, por mi sueño, por mi futuro, por ella. Y aunque me dé de hostias con el mundo, voy a volver a Madrid con ella, lo aseguro aunque me cueste la vida.
-¿Y qué vas a hacer mientras la busques?¿Has alquilado algún piso, has buscado trabajo?.-la mujer me avasalla a preguntas.
-Pues lo cierto es que no, voy llegaré, esperaré verla en el aeropuerto esperándome, con un cartel gigante en el que ponga “Te he estado esperando cuatro años”, y como no la encontraré, me meteré en cualquier pensión de mala muerte de Nueva York.-sonrío.
-¡No no no no no no no! Y rotundamente no.-grita la mujer.
-¿No qué?.-me rio.
-Que tú no te metes en ninguna pensión de mala muerte, me niego.¿Y sabes que vamos a hacer?
-¿El qué?
-Te vas a venir a vivir a casa de mi hija.-dice feliz.
-¿¡Cómo?!¿ Está usted loca?
-Si, igual que tú.Así que cállate joven.Si, si.Está decidido, te vienes a vivir con mi hija y conmigo.
-Pero señora, me acaba de conocer.¿Y si soy un violador?¿Y sí soy un ladrón?.-la señora me mira con cara de pocos amigos.
-Tú te crees, que con lo que me acabas de contar…¿vas a ser un violador?
-Puede.-sonrío.
-Pues ya te digo yo que no, que un violador, no tiene lágrimas en los ojos, cuando habla de una mujer, y mucho menos atraviesa medio océano por encontrar al amor de su vida, así que hazme el favor, y deja de decir estupideces.
-Pero…¿usted cuanto va a estar aquí? ¿Además su hija que dirá?¿Y sus nietos?Mire que si los llevo por la mala vida…
-Mira, llevo cinco años y medio sin ver a mis nietos, así que técnicamente no se que es tener unos nietos.Y tú eres la única persona que siento que le sirvo de ayuda, alguien a quien escucharle los problemas y ayudarle.
-Pero no diga eso hombre, seguro que sus nietos la adoran.
-Claro, eso espero… ¡sólo faltaba eso! Pero bueno, mi hija que diga lo que quiera, porque encima de que atravieso medio mundo para verla…¡que no se queje!Ademas tiene una casa enorme, cabemos todos, por eso no te preocupes.Y sé que no los vas a llevar por la mala vida, sé que si están contigo, lo único que puedes hacerles es enseñarles que el amor existe, y lo peor que puede pasar es que se enamoren de una chica, tanto como tu lo estas de Daniela.-sonríe.
-Pero…yo voy a estar aquí años hasta que la encuentre…es más, seguro que muero aquí, buscando, y buscando.
-¿Crees que yo tengo algo mejor que hacer?Además, yo no pienso moverme de aquí, hasta conocer a esa jovencita.
-¿Pero de verdad me lo está diciendo señora?
-Claro que sí.Esto es una historia de amor, y a mi las historias que acaban mal no me han gustado nunca.Y para una vez que pasa algo interesante en mi vida…Así que tranquilo, vas a tener a una abuela cascarrabias a tu lado, durante mucho tiempo, esperemos que sea poco y la encuentres pronto.
-No sé que decir…
-¡No digas nada! Dame un beso en la mejilla nieto adoptivo.Todavía nos quedan cuatro horas de vuelo…Así que puedes seguir hablándome de ella si quieres, o puedes empezar a contarme cual es el plan “la busca del tesoro”.-sonríe y le doy un beso en la mejilla.
Qué mujer más encantadora, se parece a Dani pero en mayor. Sí, ciertamente, esa mujer parece mi abuela, la abuela que siempre he querido tener, la que tuve, nunca ha hecho de abuela, ni mi padre, ni mi madre, ni nadie se ha preocupado nunca por mí.Sólo esta mujer me anima a luchar por lo que quiero en la vida.A veces parece mentira, que el contacto establecido entre dos desconocidos sea mucho mas grande con mucha mas energía y con mucha mas confianza depositada, que con todos aquellos que llevas viviendo años,años y más años, por cuestión de sangre,supongo.Así que porqué no.Asi, quizá, con un poco de ayuda, las cosas sean más fáciles, y la encuentre pronto.¿Y sí tiene razón?¡Que coño! Que se prepare Nueva York, china, y el mundo entero...porque voy a encontrarte, sí, voy a encontrarte y a traerte de vuelta conmigo.¿Por qué? Porque te quiero.
Esto es increíble. Genial. Ya leí cuando los hiciste por separado y estaba muy bien, ahora algunos detalles que has añadido (la señora del corte inglés) están muy bien,pero he visto que de repente la abuela sabe el nombre de la chica aunque el chico no se lo haya dicho, aunque tal vez se lo diga en uno de esos cortes que haces. Pero por todo lo demás, lo veo genial. Sigue escribiendo a ver que tal te sale, que vas muy bien encaminada.
ResponderEliminarPor cierto, esta historia casi me hace sentirme mal por no haber vivido ninguna historia de amor, así que vas bien :-)
es increibleeeee ,tienes que seguir escribiendo porfavor que si no me quedo con la intriga jaja ;) enserio esta geniaaal
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