2 de abril de 2011

Nos pasamos el noventa y cinco por ciento de nuestra vida esperando.
Esperamos nacer, esperamos crecer comiendo petit-suis, esperamos que alguien nos enseñe cosas, no solo nos enseñe donde vivimos, ni donde está España o Europa, esperamos a que alguien nos enseñe a vivir.
Que alguien nos diga que debemos hacer cuando algo nos sale mal, alguien que nos diga como debemos superar un daño profundo.Esperamos aprobar un examen con una buena nota.Esperamos tener nuestra primera vez para todo.Esperamos ser felices.Esperamos que alguien nos haga saber que merecemos la pena.Esperamos ser alguien importante en un mundo en el que se le suele dar poca importancia a las cosas.Esperamos que nos salga esa ecuación que ocupa una linea entera, esperamos que ese límite tienda a infinito.Esperamos que alguien nos tome enserio.Esperamos que tras esos dos litros de vozka de garrafón ingeridos al dia siguiente no tengamos resaca.Esperamos y esperamos.
Nos pasamos la vida esperando, sin darnos cuenta de que mientras esperamos,las cosas se van.Dejamos escapar tantas,y tantas cosas por el mero echo de esperar a que se nos pase el miedo.
Seguimos esperando, decidimos aflojar, pero aflojar del todo, hasta parar el tiempo.Pero el tiempo no puede parar, y no podemos pasar la vida aflojando.Aflojando, hasta que dejamos de ver las cosas.¿De verdad es necesario esperar tanto?¿O la espera es simple  y directamente proporcional a la cantidad de miedo que tenemos acumulado?

1 comentario:

  1. esperamos conseguir vivir para siempre teniendo nuestro "destino" ya fijado.

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