Es esa sensación, si, exactamente esa.Vamos,seguro que la has sentido alguna vez.Esa sensación de estar al borde del precipicio, esa sensación de estar a punto de lanzarte al abismo, sin saber que pasará después.Seguro que alguna vez alguien te ha dicho que dejes las cosas como están, que no hagas nada, no te lances porque saldrá mal…pero aún así tu lo has hecho, razones de principios supongo.
Hablo de eso, de esas centésimas de segundo, el insante en el que estas cayendo, con la adrenalina a flor de piel, los pelos de punta y el estómago a punto de salirse de su sitio.No hay ninguna razón lógica que pueda explicar eso, porque es un mero impulso supongo, como una corriente eléctrica que te impulsa a hacer eso, eso que estas pensando porque quieres y punto, esa sensación que te hace morir de felicidad en un estado de efervescencia puro y duro. Y cuando ha pasado todo eso, cuando estas a punto de tocar el suelo y no sabes si habrá alguien allí esperándote para recogerte o directamente caerás de bruces contra el suelo, es ese momento cuando te das cuenta que la vida no es quedarte sentado a esperar, que la vida es salir a buscar, porque si no arriesgas ¿ qué te queda?
Y es entonces cuando estás feliz, y pletórica porque has seguido a tu corazón, has seguido esa vocecilla que intentabas callar desde hace tiempo atrás, intentando que la cabeza le ganase ese pulso a tú corazón, pero una cosa tiene que quedaros clara, cuando se trata de razón y corazón, el corazón siempre gana, hay pocas cosas en esta vida en las que se pueda aplicar la razón y la lógica, y la felicidad, no es una de ellas.
Es dificil describirlo, pero yo te he entendido perfectamente y estoy de acuerdo contigo :)
ResponderEliminar"esa sensación que te hace morir de felicidad en un estado de efervescencia puro y duro."
ResponderEliminarGenial.