8 de diciembre de 2010
Sabíamos quedarnos mirando sin decir nada y también acariciarnos con sutileza.
Nos besábamos de noche, de madrugada y entrado el día.
No entendía que mi futuro no era el tuyo.
Intento comprenderlo ahora, que no puedo mirarte y sonreírte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario