18 de noviembre de 2010

Un corazón


Hoy  me he asomado a la ventana. Y me he parado a pensar. Desde que tú desapareciste de mi vida, los días ya no tienen color. Son oscuros, grises, fríos y quizá un poco lluviosos.
El tiempo pasa, pasan las horas, pasan los días, pasan los minutos, incluso los segundos… y me duele el ver que ya no estas. Que has desaparecido. Que mi sonrisa ha decidido camuflarse.
Pero hoy no está del todo nublado. Quizá sea una imaginación de mi subconsciente. Pero el sol parece que quiere, o que pretende intentar alumbrar la oscuridad de mi vida.La  experimentación, ha demostrado que el sol sale cuando te encuentras cerca de mí.
Una sensación recorre mi cuerpo, tu imagen aparece en mi cabeza y decido salir de casa a buscarte. Pongo toda mi confianza, todos mis sentidos y todas mis creencias en manos del destino. Quizá por fin él, se ría se las probabilidades, y está estúpida sensación que me hace sentir que el día muestra su lado amable con unos simples de rayos de sol cuando tu estas cerca sea verdad.
Camino sin sentido, sin rumbo ni dirección. Paseo haciéndome el indiferente, haciéndome creer a mi mismo, que no analiza a cada mujer que pasa por mi lado creyendo que eres tú. Mis pasos son guiados sobre el asfalto por mi subconsciente. Sé que soy conocedor de que mis pasos si llevan un rumbo marcado, pero me niego a aceptarlo. Porque siempre una palabra, un olor, una calle o cualquier otro elemento existente en mi mundo, consigue hacer que vuelvas a mi mente lo desee o no.
Sigo caminando, pisando firme el asfalto, sintiendo como los incipientes rayos del sol alumbran mi sonrisa rota. Camino pensativo, triste y solitario. Si, como llevo haciendo desde que desapareciste de mi vida.

Por fin mis pasos deciden calmarse, he llegado. Si he llegado a ese lugar hasta donde mi mente me ha transportado inconscientemente. Levanto la vista y veo aquel banco. Nuestro banco. Donde juntos hemos pasado inagotables segundos, incansables segundos , incontables momentos… Pero ese banco ya no es nuestro, no nos pertenece. Una chica joven está sentada en él.Está impaciente, mirando el reloj, mientras se muerde las uñas.Me imagino que eres tú, que me estas esperando.Esperando, para devlverme esa sonrisa que te llevaste contigo y aún no me has devuelto.La chica se  gira.Y mi corazón da un vuelco. Eres tú.
Me acerco a toda prisa, luchando contra el miedo que me atormenta.Sólo necesito escuchar tu voz una vez más.Pero todas esas ilusiones que se habían creado en mi cabeza, desaparecen den milésimas de segundos, rotas, despedazadas, destrozadas…cuando él aparece frente a  ti.Me quedo petrificado. Mis ojos no lo creen.Lo niegan.Niegan la puta realidad.Una realidad que me taladra el corazón y la cabeza como cientos de puñales helados y punzantes.
Él se sienta a tu lado.Sobre el banco, sobre el grabado que hicimos aquel día de Diciembre , aquel tatuaje de la madera que ahora contenía nuestros nombres.
Él se acerca más a ti, y te besa en los labios.El sol decide quedar oculto por las nubes.De la misma forma en la que mis ojos quedan ocultos por las lágrimas.
Duele verte sóla, pero todavía duele más verte de la mano de otro hombre.
Te marchaste con él.Sin darte cuenta de que estaba a apenas cinco metros de ti.Te ví alejarte, una vez más, mientras la tristeza que inundaba mis ojos me acercaba hasta aquel banco.Pude observar que mi nombre ya no estaba.Tenia encima una gruesa línea.Estaba tachado.Incluso lo que todavía conseguía unirnos, había desaparecido.
Un ataque de ira y tristeza inunda mi cuerpo como una bomba nuclear. Salgo de aquel lugar corriendo, derramando lágrimas, gritando desesperadamente, sintiendo como el mundo se ha hundido sobre mí en apenas unos segundos.

Llegué a casa, con la cara arañada, la camiseta rasgada y la mirada rayada.
Mi madre derramo sobre el suelo un baso de agua que sostenía entre sus manos.Se acercó preocupada hacia mí. Sostuvo mi cara entre sus cálidas manos.
-Hijo, ¿qué ha pasado?.-preguntó.
Sin remordimientos, sin fuerzas, sin autoestima, sin ella, caigo rendido entre sus brazos.Esos brazos únicos en el mundo, esos brazos que te dan una sensación de paz, aunque estes en mitad de la tercera guerra mundial.Esos brazos de madre.Volvio a abrazarme con fuerza, y susurró con cuidado:
-El amor es ciego, y el final… siempre es triste.

***
Han pasado tres años desde aquel día.El día en el que decidiste desaparecer de mi vida, y junto a ti, te llevaste mi sonrísa, mi felicidad, el sol y el color de mi vida.
Desde entonces no soy el mismo de siempre.Mi ventana a no sostiene esos rayos que el sol ofrecia al posarse sobre ella.
Mis ojos, solo son capaces de reconocer las lágrimas.Las lagrimas derramadas por ti.Mi cuerpo se desliza sobre el mundo como un fantasma; sin alma, sin sentimientos, y sin vida.
Mi voz ya no es capaz de susurran frases de apoyo, ni tampoco mis oídos son capaces de escuchar otra música u otras palabras que hablen de una una historia de amor con final feliz.
Me deteng o a pensar, y recuerdo que algún dia formaste parte de mi vida, y que todavía lo sigues sintiendo.Mis ojos derraman lagrimas de forma espontanea, mientras golpeo con fuerza el cristal de la ventana, preguntándome por qué.
Porque te fuiste, ¿Cómo pudo pasar?
Huno una vez un lugar especial, un lugar, nuestro lugar, ese lugar donde te conocí y dónde pasamos momentos increíbles.
No puedo aguantar más, y salgo de casa, a buscarte.No puedo limitarte a vivir sin ti.Necesito saber que todavía existes, que todavía sigues siendo esa persona que alguna vez alumbró mi vida.
Camino durante horas y horas.Sin resultado.Miro cada rincón de la ciudad.Busco debajo de las hojas caídas,  miro a todas las personas que pasan a mi lado, suspirando porque seas tu.Vuelvo a nuestro banco, pero allí no estas.Le suplico a las estrellas para que me guien hacia ti.No voy a dejar que el tiempo se pare, ni tampoco voy a pedir que el mundo no se pare.Sigo sin rumbo.Sin saber a donde ir a buscarte.Ya no  sé si debería poner tu fotografía en cada farola de esta puta ciudad, o simplemente debería aceptar que te he perdido.Que la vida ha cambiado demasiado.Y que el tiempo  y la distancia ha decidido alejarte de mí para siempre.
Mientras suplico en vano, y suspiro aires de soledad, bajo la mirada de los faros de los coches.Tus amigos pasan frente a mí.Se paran a charlar conmigo.Me preguntan que tal estoy.Miento y digo que todo va demasiado bien para ser verdad.Pregunto por ti de forma inconsciente y despreocupada.Mi intención de hacerles creer que ya no me importas queda hundida antes de llegar a rozar el aire de la calle.
Ellos se miran.Sus sonrisas se derrumbam al instante.Les suplico que me cuenten que es lo que ocurre.Les intento convencer de que no quiero estropear tu vida, y que ni siquiera intento volver a ella.Sólo necesito saber de ti.Suspirar profundamente y entre lagrimas y sollozos, susurran verdaddes que se hunden en mi pecho al igual que al caminar por la arena de la playa los dedos de los pies desaparecen de la faz de la tierra.
***
Salgo corriendo hacia el hospital, con el corazón encogido, y las lagrimas cayendo.Con un ataque de desespreación y pánico.De dolor.De preocupación y de gritos e insultos en vano hacia un dios inexistente.De camino hacia el hospital le veo pasear tranquilamente con una chica del brazo.Él, el mismo que destruyo mi vid, el mismo que te beso en aquel bando.
-No era para siempre.-pensé.
Para él fuiste un juego, pero yo no puedo permitirme el lujo de vivir mas tiempo sin ti.Eres lo unico que tengo en esta vida.Estoy solo, desprotegido, no tengo a nadie, ni nada.Solo te tengo a ti, y ahora mismo, no se ni siquiera si te tengo.
Llegué al hospital con lágrimas en los ojos, y cientos de recuerdos golpeando mi cabeza.
Entro desesperado.Me paro frente a una enfermera.Le preguntó por ti entre sollozos.Me pide que me tranquilice. Yo le grito, y empiezo a dar golpes sobre el mostrador.Un grupo de médicos vienen a sujetarme, pero al ver a tu madre saliendo de una habitación llorando…les doy un golpe, y salgo corriendo a través del pasillo.Las luces fluorescentes del techo me alumbran la cara de desesperación, mi cuerpo choca contra las camillas, las sillas de ruedas  y todas las personas que había allí.
Tu madre me ve correr entre batas verdes y blancas.Llego a su altura y me paro frente a ella jadeante y caé entre mis brazos desoladamente. Hacía tiempo que no sentía el calor de una madre.Mi madre apareció en mi mente.
-Sé que estés donde estés cuidarás de mi, y sobretodo cuidarás de ella.-susurre mirando al cielo.
***
Me sequé las lagrimas.Puse la mano sobre el manillar de la puerta, suspiré profundamente encontrar algo de valor y entré.
Te ví allí tumbada.Tan preciosa como siempre, exactamente igual que hace tres años, exactamente igual a como te recordaba.Mi sentimientos hacia ti tampoco han cambiado, a pesar del daño causado.Me miras.Y echo ha correr hacia ti.Me abrazas fuertemente mientras lloras.Me siento roto, pero feliz por volver a tenerte entre mis brazos.Una sensación de miedo invade mi cuerpo, miedo a volver a perderte, a que vuelvas a desaparecer de mi vida, miedo al fin y al cabo.
***
Espero a que te duermas, para buscar algún indicio que me explique que te pasa.
No tengo el suficiente valor como para preguntarte a ti.No soportaría que nos volviésemos a hacer daño una vez mas.
Suelto tu mano, y la poso con cuidado sobre la cama.Me levanto de la silla, en buca de algún informe.Abro un cajón, y encuentro un papel escondido entre un libro de sonetos de Shakesperare, un libro desmaiado familiar para mí, nuestro libro.
Cojo el papel y lo desdoblo.Vuelvo a mirarte a la cara antes de empezar a leer:
-No voy a dejar que te pase nada malo.-te prometo.
Comienzo a leer.Las lagrimas vuelven a caer por mi cara, siento nauseas.Tengo frio y tiemblo.
-Solo vivirás , si alguien dona un corazón.-pienso.
Parece mentira que un órgano que a la gente parece no importarle puesto que lo rompen, lo usan, lo pisan, lo recogen, lo pintan….ahora ese órgano sea una valvula de vida para ti y para mi.
Vuelvo a mirarte.Eres tan perfecta.Contigo soy distinto.Vuevlo a estudiar con cuidado tu rostro.
-No puedo dejarte ir.-te digo.
***
Me siento junto a ti, cojo un boli, y decido escribir una carta.Reflexiono, vuelvo a mirarte.Siempre has sido mi inspiración.Recuerdo todo lo ocurrido y no puedo evitar llorar.
En la carta t cueto como me siento desde que desapareciste.Intento no ser demasiado duro contigo.Tampoco podría serlo.Todo el mundo tiene derecho a equivocarse.
Te digo que eres la única luz en mi vida.Que jamás habrá nadie como tú.Que tu eres como mi sangre, acudes a mi herida sin llamarte.Gracias ti aprendí a ser como hoy soy.Siempre he querido tenerte cerca, jamás había sentido nada así por nadie.Te pido perdón, por mi torpeza para expresar mis sentimientos.Te pido perdón por si alguna vez te hice daño.
Te digo que te quiero como cuando te conocí.Que aunque hallan cambiado muchas cosas, solo deseo volver a estar contigo, siempre lo he deseado.Que fuiste como un sueño para mi.Llegaste a conocer partes de mi que ni siquiera yo sabia que existían.Quizá mi mundo se esté quedando pequeño, pero eso ya no me importa, porque mi unico mundo eres tu.

Un fuerte pitido comenzó a sonar.El bolígrafo callo al suelo.Me levanté corriendo hacia la cama.Tres enfermeras entraron corriendo,Me apartaron de tu lado, mientras yo intentaba seguir depie.No.No podias irte, te lo había prometido.
Pocos minutos después, me quede depie, solo, en la habitación, sin ti.Mire al cielo y volví a recordar aquella frase que un dia mi madre dijo:
-El amor es ciego y el final es triste.
Ha llegado la hora.Me seco las lagrimas y salgo en busca de un medico.Hablo con el durante minutos que me parecen horas.Me pregunta si estoy totalmente seguro, que decisiones así no pueden tomarse por impulsos.Me limito a mirarle a los ojos y a decirle:
-No he estado más seguro en toda mi vida.La quiero y por ella daría todo.
***
Estamos encerrados en una misma habitación.Se encienden las luces.Te cojo de la mano.Vuelvo a mirarte por ultima vez.Duermes pacíficamente, he preferido que no fueses consciente de lo que a continuación iba a pasar.Te aprieto fuerte de la mano y te susurro:
-Esta es mi forma de decir adiós.
***
Antes de entrar en esa habitación, consegui terminar la carta.La metí entre tus cosas antes de que se acabase mi tiempo, esperando que la leyeses.

“ Para que tu vivieras, necesitabas u corazón.Prefiero estar en el cielo cuidandode ti que estar aquí en el mundo, en la tierra, sin ti.Sin tenerte.Te cuidaré siempre.Siempre estaré dentro de ti.Prometo esperarte allí, en nuestro banco, en el lugar donde empezó todo.Recuerda que jamás estarás sola, siempre estaré en tu corazón.Te quiero.”

1 comentario:

  1. 2 palabras: im presionante. Esta historia es genial. He sentido el frio que recorria el cuerpo del chico como si yo fuera él. Increíble.

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