2 de octubre de 2010

011


Con una taza de café humeante, ella , espera en una sala Hospital Central a que alguien le devuelva el aliento de la vida.Cientos de lágrimas se acumulan en sus ojos.No tiene fuerza para secarlas. Deja que caigan, que le limpien el rostro, que hidraten sus ojos cansados, que eliminen cualquier resto de maquillaje.Sigue allí sentada. Sola.Con la única compañía que le ofrece el café amargo frío que lleva entre sus dedos cuatro horas, y el cigarrillo que se está fumando.Aunque esté prohibido.De alguna manera tiene que sacar hacia el exterior su intranquilidad, y lo hace desafiando al sistema.Fumando en un lugar público.
Sigue observando a la nada.Sin apenas pestañear, ahogándose en sus propias lágrimas y sus propios pensamientos.Lleva sin dormir una semana.Ahora su casa, es esa sala de espera, a la cuál deberían llamar, "sala de la esperanza".Todo el mundo que se encuentra allí sentada, esperan, a que algún médico entre para devolverles la esperanza y decirles que pueden abandonarla, que el peligro ha pasado.Pero ese momento nunca,nunca llega.
Lleva sin comer una semana.Su cuerpo es un auténtico fantasma deambulante.
Por las noches, se recuesta en las incómodas sillas de la sala,no cierra los ojos.Siente que si los cierra, jamás volverá a verlo.Se resiste a cerrarlos.Mira por la ventana, rezándole a la nada, al aire, a Dios, al cielo.Susurra a las estrellas plegarias intraducibles.Habla con el diablo, intentando hacerle cambiar de opinión, ofreciéndole su vida a cambio de la de él.Cuándo amanece se levanta de su nueva cama.Se dirige al baño, se lava la cara y con un carmín medio desgastado, pinta en el espejo unas palabras y una ralla más que indica otro nuevo día.Rompe a llorar, y con lágrimas en los ojos sale.Saluda a las enfermeras.Que le ofrecen un hombro para llorar.Pero ella lo rechaza.Sube las escaleras, con la misma precisión con la que el sol ilumina las ventanas.Llega a la puerta de la habitación 011.Se para.Lo imagina allí, tumbado en la cama.Durmiendo.Con esa respiración tan peculiar.Con su gran boca reducida a unos simples centímetros.Con su pelo desorganizado en la cabeza.Con esa sonrisa tan peculiar.Con sus perfectas manos descansando sobre las sábanas de la cama.Inocente, más frágil que nunca.No puede evitarlo apolla la cabeza sobre la puerta, y rompe a llorar.Suplicando que él desde dentro la escuche y la invite a pasar.Pero alguien interrumpe sus lamentos.Una chica perfecta llamada Michelle; alta, guapa, con ojos azules, con una piel clara, rubia, se para a su altura.Con una mirada altiva,le reprocha, que qué está haciendo apollada allí en la puerta de la habitación de su novio.Ella, no puede decir nada.Se limita a seguir llorando y a apartarse de la puerta de la habitación.Entonces, Michelle, se gira, hacia el pasillo, y con una sonrisa , se despide de un chico que metros mas adelante, la estaba esperando.Michelle se despeina, se frota la cara, haciendo así que su pintura parezca desaparecida por culpa de las lágrimas.Abre la puerta dejando un resquicio por donde la chica del pasillo se asoma.Lo vé allí sentado, en la cama.Más delgado de lo normal.Con el pelo un poco más largo.Pero sigue siendo él.Michelle, se acerca, y le besa en los labios.Él sonríe, es feliz.Y ella desde la puerta, rompe a llorar, una vez más.Michelle la ve, y él también.Antes de que esa mirada entre él y la chica de la puerta, se convirtiese en algo más, la chica rubia cierra con ira la puerta de la habitación 011.Y ella vuelve a quedar al otro lado, como le suele pasar siempre.
Se acurruca en una esquina del pasillo, llora desconsoladamente.Sólo quiere volver a verlo, sólo necesita volver a estar con él, durante el tiempo que le quede de vida.Pero él ahora es feliz, sin ella.Con su novia rubia procedente de cualquier revista de modelos.Lo que él no sabe, esque esa chica, una vez fue un amor efímero, juvenil, obsesivo, que no pudo olvidar nunca, pero que apesar de su efímera relación ,ella fue el amor de su vida..Desconoce su último sueño,el único sueño de verlo por última vez.Desconoce que su felicidad con esa rubia no es más que una mentira.Que ella jamás estuvo enamorado de él, y que antes de que él desaparezca, ya tiene otro sustituto para sus besos, o quizá no solo halla uno, sino muchos sustitutos.
Lo que ella desconoce, es que él nunca ha sido feliz con esa chica.Siempre la ha estado esperando, a ella.Sobrevive a base de la ilusión de volver a verla, nada más.Cada noche pide al cielo, que ella se atreva a visitarlo.Cada día habla con las enfermeras, para preguntarle si ella todavía sigue allí.Porque eso es lo único que necesita para vivir, saber que ella le espera, y que lucha porque sobreviva.

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